La voz solidaria de las que no pueden gritar se alza en Oviedo
La soprano Paula Lueje y el «Cuarteto Concerto» ponen la banda sonora al recital solidario organizado por Equilibra
La sala de cámara del auditorio Príncipe Felipe acogió ayer por la tarde el concierto solidario que, bianualmente, organiza la asociación Equilibra, en este caso a favor de Apramp, la Asociación para la Prevención, Reinserción y Atención de la Mujer Prostituida.
La velada se inició con un sentido homenaje a las víctimas que deja la dana en Valencia, Castilla-La Mancha y Andalucía, pues, en palabras de miembros de la entidad, «en momentos de catástrofes, muchos dan lo mejor de sí mismos». El violinista Martín Martínez interpretó «El cant dels ocells» ante un público emocionado y respetuoso. Desde Equilibra agradecieron a la concejala delegada de Políticas Sociales, María Velasco –acompañada por los ediles Mario Arias, Leticia González, David Álvarez y Daniel Tarrio–, el apoyo brindado desde el Consistorio, así como a los artistas, miembros de la institución y voluntarios.
Rocío Nieto, expresidenta de Apramp, tomó la palabra para pedir «concienciación» acerca de la trata de mujeres y niñas y cedió el testigo a una mediadora de la asociación que narró algunas de sus experiencias como colaboradora en la entidad.
Finalmente, habló la música. El «Cuarteto Concerto» (formado por Martín Martínez, José San Emeterio, José Manuel González y José Antonio Longo) y la soprano Paula Lueje ofrecieron un programa eléctrico y atractivo que abarcó desde arias de ópera a canciones del siglo XX (como «La vie en rose»), pasando por el género del lied o por varias piezas de Johann Sebastian Bach (El aria de la «suite número 3 en Re mayor» y el «Minueto y Trío op. 13, n° 5». Los músicos se mostraron, en todo momento, equilibrados y compactos, con una sonoridad muy cuidada. Por su parte, Lueje mostró toda su sensibilidad en el famoso «Lascia ch’io pianga» de Haendel, reservando para la habanera de la ópera «Carmen» su desparpajo (con un fraseo muy sugerente) y potencia vocal. La soprano –que explicó someramente cada una de las piezas– generó una atmósfera muy intimista en «Stadchen» (Schubert) y en «Anxelinos» (Émbil), pero donde mostró una comunión especial con el público fue en el archiconocido «Hallelujah» de Leonard Cohen, donde hizo cantar a los asistentes en cada repetición del estribillo.
Como cierre, el primer teniente de alcalde, Mario Arias, entregó a la soprano un ramo de flores mientras miembros de las asociaciones Equilibra, Apramp y del Ayuntamiento hicieron lo propio con el cuarteto.